La alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra, el consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Íñigo Nagore, y el gerente de Fundación Cáritas Chavicar, Jesús Pablo Romero, han presentado un nuevo programa de recogida de corcho, que conjuga la labor social que desarrolla esta entidad con la gestión adecuada de un producto tan ligado a la actividad económica de esta tierra, como es el corcho.

Este proyecto se pondrá en marcha de forma inmediata aprovechando los canales de recogida de que dispone la Fundación Cáritas Chavicar (recogida de aceite y ropa usada). En un principio, se desarrollará en Logroño con la idea de que vaya implantándose en otros municipios de la Comunidad.

El Ayuntamiento de Logroño adquirirá 700 recipientes que se distribuirán entre bares, cafeterías, restaurantes y hoteles, así como en bodegas, y se pondrán a disposición de los ciudadanos los puntos limpios (el fijo y los móviles que se desplazan por todos los distritos de la ciudad) y los cuarenta contenedores de ropa usada de Cáritas Chavicar.

La Fundación Cáritas Chavicar se encargará de la recogida de los tapones de corcho mediante sus medios propios. Los tapones recogidos serán almacenados por la Fundación y enviados posteriormente a una empresa del sector.

Este proyecto no conlleva rentabilidad económica, pero su objetivo es preservar el medio ambiente, mediante la gestión adecuada de este tipo de materiales y, por otra, contribuir al desarrollo social, ya que supondrá la consolidación de un puesto de trabajo en Cáritas Chavicar y la futura creación de algún empleo más.

El destino final de los corchos sería su transformación en otros artículos, como pavimentos, aislantes para la construcción o complementos varios, como plafones para colgar papeles, posavasos o suelas de sandalias.

En España no existe una cultura de reciclaje de los tapones de corcho ya que, pese a ser un producto perfectamente reciclable, su proceso de recogida selectiva tiene un elevado coste económico y no es rentable. Actualmente el corcho se suele tirar a la basura y, en el mejor de los casos, es reciclado como materia orgánica.